Los deberes en casa es una tarea que aún no está resuelta en nuestros actuales sistemas educativos. Hace algunos años, una encuesta sobre la salud de los niños en edad escolar que la OMS publicó, mencionaba a España como uno de los países donde había un mayor porcentaje de niños y niñas que se sienten «presionados» por las tareas para casa.
Desde los 11 años hay un elevado porcentaje de niños (34%) y de niñas (25%) agobiados por el exceso de ejercicios para casa. Somos el noveno país de una lista de 42 territorios de la UE y de Norteamérica y superamos holgadamente la media, que se fija en un 24% para los chicos y un 22% para las chicas. A los 15 años, la presión es aún mayor: el 70% de las adolescentes y el 60% de los adolescentes dicen sentirse presionados por los deberes, cuando la media es de un 51% en las chicas y un 39% en los chicos. Sólo en Malta, Escocia e Islandia hay una mayor preocupación. Estos datos, trascienden las meras cifras y ponen una realidad por delante que necesita ser reflexionada desde diferentes ángulos. Si cerramos el ángulo de visión y nos centramos en nuestro país… ¿Qué ocurre en España en relación con los deberes en casa?
Estos datos resultan preocupantes y resulta curioso cómo, dentro del entorno europeo, existe una gran diversidad en cuanto al enfoque y regulación de los deberes en casa.
Así, nos encontramos que en nuestro país vecino, Francia, los deberes escritos para realizar en casa en la Etapa de Primaria están prohibido desde 1956. La lectura, búsqueda de información, o estudio de alguna lección son las únicas actividades que se reconocen como actividades de refuerzo en casa.
En Italia, el tiempo dedicado a los deberes no puede ser en periodos festivos ni fines de semana, los viernes, los niños y niñas no tienen deberes. Consideran estos tiempos como espacios para estar y convivir en familia, está incluso regulado por normativa.
En Alemania, a pesar de la regulación tan diferente entre unas regiones y otras, ocurre lo mismo respecto a no poner deberes en periodos festivos. En buena parte del entorno europeo y, a diferencia e nuestro país, las vacaciones de verano son más cortas pero están más repartidas a lo largo del año, en unos 5 periodos.
¿Se corresponden esos deberes con buenos resultados? Esa sería una cuestión interesante a reflexionar y que el Informe Pisa, no nos alumbra buenos resultados en ese sentido.
Os presentamos un podcast de la Cadena Ser donde diferentes profesionales y familias no dan su opinión, reflexiones y dificultades con las que se encuentran en su día a día para acompañar a sus criaturas en la realización de las tareas escolares en casa… ¡Merece la pena escucharlo!
¿Queréis algunas orientaciones para acompañar a vuestras criaturas a la hora de hacer los deberes?… ¡Pues ahí van!
Nuestros hijos deben saber que los deberes son una parte importante de la escuela. Es una cuestión de ir asumiendo de forma progresiva responsabilidades y habilidades de gestión del tiempo.
A mí me gusta recordar a mis hijas que el hecho de ir a la escuela con todas las implicaciones que eso conlleva, es un DERECHO relativamente reciente. Han sido muchos años de lucha, reivindicaciones e hitos históricos para poderlos alcanzar. Todavía hay muchos niños y niñas en el mundo en los que ir a la escuela no es tarea sencilla.
Hay un documental que me encanta ver con ellas que se llama "Camino a la escuela" donde 4 niños de diferentes partes del mundo, hacen verdaderas travesías para ir cada día al colegio. Nuestros niños y niñas occidentales, entienden esta circunstancia como un hecho consumado.
Es importante ofrecer nuestra ayuda, sólo cuando es necesario y si nuestro hijo nos lo permite. Si vemos que nuestro hijo es capaz de hacer los deberes y entregarlos a tiempo, con una ligera supervisión por nuestra parte, es suficiente. Si, por el contrario, tu hijo se agobia y no sabe cómo hacer una tarea, ayúdale. Si ayudas y animas a tu hijo con los deberes es menos probable que se desanime o se sienta frustrado. Y esto a la larga, evitará el fracaso escolar. Para algunos niños, es útil tener a su padre o madre cerca mientras trabajan. Tengo en la consulta a madres que me dicen que su primer hijo no necesitó ayuda nunca con los deberes y que, sin embargo, el segundo hijo necesita mucha más atención. Esto es algo normal, cada niño tiene que recibir la ayuda que necesita.
Los progenitores no tienen que hacer los deberes por sus hijos. Este mensaje permite a los niños entender que el rol principal de su padre o madre es animarlos y ayudarles a hacerlo. La mejor ayuda pasa por el acompañamiento, el sostén, la escucha... Pero no por asumir responsabilidades que no nos corresponden como padres.