Noruega… la naturaleza como currículum

El currículum en Noruega es de color verde. El currículum en Noruega es de color blanco. El currículum en Noruega no tiene paredes. El currículum en Noruega se respira…

Los países nórdicos han sabido aprovechar muy bien sus recursos naturales. También, han generado oportunidades donde otros territorios sintieron que tenían una debilidad. Hablamos de su climatología. Un espacio donde los inviernos helados y nevados duran más de 4 meses, los días son cortos y las noches muy largas, la lluvia cae durante casi todo el año y, las temperaturas bajo cero arrecian con fuerza, pues todos estos elementos han configurado un carácter, un estilo de vida y un ejemplo de escuela que, actualmente sigue siendo un referente para otros modelos educativos.

La distancia entre el niño y la naturaleza va creciendo día a día: los ritmos apretados en los que las familias contemporáneas nos movemos, el universo de las pantallas y las nuevas tecnologías, los entornos urbanos en los que vive el niño del siglo XXI, son disparadores que nos van desconectando de entornos respetuosos al aire libre. Es por esto por lo que nos interesó el modelo educativo nórdico y nos empeñamos en crear una Ruta Pedagógica en Noruega, porque han tenido la capacidad de integrarse con su entorno y aliarse con sus elementos.

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En un tiempo tuvimos miedo al bosque. Era el bosque del lobo, del ogro, de la oscuridad. Era un lugar en el que nos podíamos perder. (…) En un tiempo, nos sentimos seguros entre las casas, en la ciudad, entre el vecindario. Éste era el sitio donde buscábamos a los compañeros, donde los encontrábamos para jugar juntos. (…) Pero en pocas décadas todo ha cambiado, (…) El bosque ha pasado a ser bello, luminoso, objeto de sueños y de deseos. la ciudad en cambio se ha convertido en algo sucio, gris, monstruoso (…) La ciudad es ahora como el bosque de nuestros cuentos.

(Tonucci, 1996:21)

Queremos destacar algunas de los rasgos identitarios de los bosques escuela nórdicos. No queremos decir con ello, que todos los centros educativos en estos países funcionan en los mismos términos, pero sí hay una filosofía que nos puede resultar profundamente inspiradora para nuestros proyectos educativos de nuestro país:

1. Las familias tienen un lugar importante. Se les tiene en cuenta, se les escucha y se crean espacios democráticos de participación.

2. Los niños y niñas conviven con los diferentes agentes educativos y sociales, esto es, acompañantes y también personal de cocina, de limpieza, de jardinería o mantenimiento. Cada uno de estos profesionales aportan habilidades, destrezas y, en definitiva, oportunidades de aprendizaje de las criaturas.

3. Hay un fuerte compromiso con la comunidad, una mirada generosa que implica atender lo colectivo por encima de lo individual.

4. Dentro del aula cooperan niños y niñas diversos, diferentes en nacionalidades, edades, necesidades, ritmos… Y ese encuentro de lo plural, es profundamente enriquecedor desde el punto de vista pedagógico.

5. El aprendizaje es global, la naturaleza ofrece infinitas ocasiones que, bien observadas y acompañadas, son una oportunidad maravillosa de aprendizaje. Por eso, podemos decir que cada criatura disfruta de un currículum individualizado.

6. Esta mirada permite «aflojar» el día a día de la escuela, por ejemplo, no hay un horario de entrada y salida, sino que se adapta las necesidades de cada familia.

7. La libertad está muy presente, el juego libre ocupa buena parte de la actividad diaria y el punto de partida de cualquier acción educativa es la motivación y la autonomía de las criaturas.

8. Trabajan con las emociones, el vínculo afectivo y el apego es lo primordial. Es la base de seguridad de cada una de las criaturas.

Noruega… la naturaleza como currículum